MIRANDO HACIA LA META – Hebreos 12:2
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de ÉL sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2
En la vida nos encontraremos con muchos obstáculos para alcanzar nuestras metas, algunos que podemos controlar, otros que salen de nuestro control. Podemos sufrir diversas decepciones y desmotivaciones en la búsqueda incesante de esas metas, pero qué triste cuando al alcanzarlas nos damos cuenta que en realidad no era lo que esperábamos. Y qué decir cuando uno de nuestros motivadores es una persona a la cual vemos derrumbarse, y que todo lo que vimos en él era una total mentira.
Lo más lamentable es cuando este tipo de decepciones ocurren dentro de la iglesia.
Vemos caer a las personas que son nuestros referentes. Líderes ejemplares rendidos ante los pecados más horrendos, mermando la fe y hasta llegando a ser apóstatas.
Es difícil que las personas con un líder al que siguen casi con devoción, al ver que este cae, no sucumban juntamente con Él.
Es por esto que debemos prestar atención a lo que nos dice Hebreos 12:2. Primero, porque Jesús es el Único en quien debemos poner nuestra confianza, sabiendo que Él nunca falla. Y por eso estaremos seguros que, si nos desanimamos, no será porque nuestro líder falló. Segundo, porque el mismo Jesús es nuestro ejemplo a seguir.
Él puso el gozo delante, y es el punto donde quiero animarte hoy. Quizás has estado al borde de dejar aquello a lo que tanto tiempo y esfuerzo le has dedicado; tu carrera, tu negocio, matrimonio, es justo en ese momento cuando debemos poner nuestra mirada en la meta final, la cual solo se alcanza manteniendo nuestra fe activa.
Jesús puso el gozo delante de Él y eso es lo que debemos hacer nosotros, ver el resultado final de nuestros proyectos: familia, negocios, salvación, y comenzar a disfrutar de todo eso desde ya. Solo así podremos mantener nuestra fe viva, obteniendo la pasión y energía que se requieren para alcanzar la meta final.
En tiempo atrás animaba a uno de mis hijos, quien me compartía su cansancio en los estudios, le pregunté:
¿dónde te ves cuando tengas tu propia familia? ¿Qué quieres ser o hacer cuando tengas 35 años? ¿Cuánto tiempo llevas estudiando y cuánto tiempo te falta para terminar? Allí me di cuenta, cuando vi el cambio en su rostro, que él puso el gozo delante del cansancio.
Él se vio disfrutando de todo el esfuerzo que hoy está realizando, así como Jesús se vio sentado a la diestra del Padre, mientras sufría en la cruz.
Tal vez es tu situación, quizás no gritas cansancio, pero puedes estar gritando desesperación, desilusión o cualquier otro sentimiento de angustia.
Te digo, pon la mirada en la meta final, la cual va muy de la mano con el propósito eterno por el cual Dios está permitiendo que pases por estas circunstancias. Pon tu mirada en Jesús, el Autor y Consumador de la fe y ¡gózate!
Por: Pastor Miguel Rodríguez