Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en Ti confía. Isaías 26:3
¿Sabes lo que es tener un firme propósito? Es permanecer, aún cuando todos abandonan. Es trabajar, aún cuando no parezca que valga la pena. Es levantarte, aún cuando todos siguen tirados. Es confiar, aún cuando todos temen. Es permanecer fiel, aún cuando todos traicionan. Es amar, aún cuando todos odian.
El de firme propósito no mira a los lados, mira hacia arriba. El de firme propósito sabe la razón por la que fue creado, sabe que hay un plan en su vida, y vive para cumplirlo. El de firme propósito no claudica, a pesar del dolor. El de firme propósito no advierte las burlas, las criticas ni los ataques, porque está muy ocupado cumpliendo su llamado. El de firme propósito sabe que hay un Dios que dará a cada uno conforme hayan sido sus obras.
El de firme propósito, no va tras la avaricia, el egoísmo ni la ambición, esos son sentimientos que distraen y hunden el alma. El de firme propósito confía en la visión que le ha sido dada y no fallará en cumplirla. El de firme propósito no se aferra a este mundo, sabe que para ganar lo realmente valioso, es necesario hacer espacio, eliminando lo superficial y vano. El de firme propósito vive en paz, porque sabe que cada uno de sus días tiene valor delante de los ojos de su Señor.
Pidamos al Padre las fuerzas, animo y valor necesario para mantenernos firmes, en el propósito que Él nos ha asignado.