CON CRISTO PUEDO – Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13

Pasamos por aflicciones en las que entendemos que con nuestra propia fuerza no podemos hacer nada para cambiarlas; la pérdida de un familiar, de un empleo, una enfermedad. En esos momentos sientes un dolor que te embarga, piensas que no pasará.

No le ves sentido a nada de lo que te rodea y lo único que te ayuda a seguir es apropiarte de la Palabra de Dios, para que esta te llene de fuerzas, esperanzas y consuelo.

Dios, por su misericordia, tiene una Palabra para cada situación en la que nos encontremos. Él nos dice que a los que Le amamos todas las cosas nos ayudan a bien y que con Él todo lo podemos, porque Él nos fortalece.

Cuando estamos firmes en Él podemos vencer todos los obstáculos que se nos presenten.

El Señor usa nuestras debilidades para glorificarse. Todo lo bueno que hay en nosotros proviene de Dios, Él es quien nos motiva a hacer el bien. 

En cualquier situación en la que te encuentres, nunca olvides que con la ayuda de Dios puedes vencer. Incluso, serás capaz de ayudar a otros que se encuentren en la misma circunstancia, como resultado de la obra transformadora que Dios hará en tu vida.

Su misericordia y bondad es maravillosa para con nosotros, que no merecemos tanto amor.

Oremos juntos: Padre Celestial, gracias porque Tú nos das las fuerzas para seguir cuando entendemos que no podemos más.  Ayúdanos a siempre permanecer firmes en Tu Palabra y a colaborar con las personas que necesiten de nosotros, dándoles una Palabra de aliento. En Cristo Jesús, nuestro Salvador, amén. 

 Por: Mariela Mota

JUSTICIA, PAZ Y GOZO – Romanos 14:17

Porque el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Romanos 14:17

Hoy día muchos hablan del Reino de Dios como un lugar lejano donde se encuentra el Trono de Dios.

El último profeta registrado en la Biblia (Juan el bautista) repetidas veces alzó su voz diciendo: arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado. Lo cual indica que el Reino de Dios no solo se acercó, sino que es Dios mismo reinando en el corazón del creyente a través de Su Espíritu.

La declaración de que el Reino de Dios no es comida ni bebida, deja claro que no es perecedero ni pertenece a este mundo. La comida y bebida tienen la característica de convertirse en desecho fácilmente.

En cambio, el Reino que Dios ofrece a Sus hijos es eterno y opera desde el mismo corazón, produciendo frutos de arrepentimiento que llevan a la santidad, paz en medio de cualquier tormenta y gozo por la obra redentora de Cristo al salvarnos.  Estos tres elementos son indivisibles.

Justicia, paz y gozo deben ser los distintivos del creyente. En cada cristiano debe evidenciarse el anhelo de establecer una relación de amistad con Cristo que le conduzca a la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

De igual forma, el buscar la gloria de Dios en medio de cualquier situación deja de ser opcional, y cultivar un Espíritu de gratitud por haber sido librado de condenación sin merecerlo, pasa a ser una obligación.

El centro de operación del Reino de Dios es tu corazón y el mío.

Extendamos esta gracia inmerecida, procuremos que la luz de este Reino alumbre en medio de toda oscuridad a otros tantos corazones.

Por: Arlina Luciano

VENCEDORES EN CRISTO – Romanos 8: 37

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8:37

A veces escucho personas decir: “somos más que vencedores”; en tal o cual situación, como emprender un negocio, dirigir un proyecto, etc. O frases motivadoras como: “tú puedes lograrlo. Si tal persona lo logró, tú también lo puedes lograr”.

Pero eso no es así, la vida cristiana no trabaja como un sistema de autosuperación. Si miramos los versos anteriores nos damos cuenta que el apóstol Pablo habla de los riesgos que nosotros, los hijos de Dios, estamos expuestos por aferrarnos a la verdad y ser diferentes en nuestra manera de vivir en este mundo.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como oveja de matadero. Romanos 8:35-36

Somos más que vencedores cuando sabemos que Dios nos ama tanto que no tenemos que mendigar el amor del mundo para ser aceptados. Somos más que vencedores cuando estamos dispuestos a dejar nuestra zona de confort y servir a los demás.

Somos más que vencedores cuando estamos dispuestos a defender nuestra fe en Cristo, aunque eso implique rechazo, angustia, peligro. Somos más que vencedores cuando amamos y respetamos a los demás.

Hermanos, no compremos la idea que muchos quieren vender, aquellos que afirman que somos más que vencedores porque siempre ganaremos.

Tenemos que aprender que hay tiempo de aflicción y dificultad, pero tenemos nuestra confianza puesta en Dios y sabemos que nada nos separará de Su amor. Es ahí que podemos afirmar que somos más que vencedores.

 Por: Paula Placencia
¿EN QUIÉN ESTÁ PUESTA MI CONFIANZA? – Proverbios 3: 5-6

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas. Proverbios 3: 5 – 6

CONFIAR es creer.

Tener la fuerte seguridad de que Jehová se encargará de obrar en cualquier situación. En estos versos se nos insta a aferrarnos a Dios y no apoyarnos en nuestras propias fuerzas.

Con frecuencia basamos nuestra seguridad y confianza en lo que somos o poseemos, pero ¿qué pasa cuando perdemos nuestros bienes, nuestra seguridad económica o nuestra salud se afecta?

El rey Salomón nos insta a no apoyarnos en nuestra propia sabiduría, sino por el contrario, reconocer que Dios tiene el control en cualquier situación que se presente.

Como cristianos no podemos hacer todo con nuestras fuerzas, cuando actuamos pensando que somos suficientes nos destinamos al fracaso. Debemos depender de Dios y reposar.

El Señor en Su voluntad enderezará y afirmará nuestros pasos.

Cuando inicié este año una de mis metas fue confiar en el Señor en lugar de en mí misma.

Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. (Salmos 37:5).

Me propuse reconocerlo en todo lo que haga, y estoy más que segura que Él allanará el camino y me guiará por sendas seguras y de paz.

 Por: Glenis Herrera Paulino
MIRANDO HACIA LA META – Hebreos 12:2

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de ÉL sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2

En la vida nos encontraremos con muchos obstáculos para alcanzar nuestras metas, algunos que podemos controlar, otros que salen de nuestro control. Podemos sufrir diversas decepciones y desmotivaciones en la búsqueda incesante de esas metas, pero qué triste cuando al alcanzarlas nos damos cuenta que en realidad no era lo que esperábamos. Y qué decir cuando uno de nuestros motivadores es una persona a la cual vemos derrumbarse, y que todo lo que vimos en él era una total mentira.

Lo más lamentable es cuando este tipo de decepciones ocurren dentro de la iglesia.

Vemos caer a las personas que son nuestros referentes. Líderes ejemplares rendidos ante los pecados más horrendos, mermando la fe y hasta llegando a ser apóstatas.

Es difícil que las personas con un líder al que siguen casi con devoción, al ver que este cae, no sucumban juntamente con Él.

Es por esto que debemos prestar atención a lo que nos dice Hebreos 12:2. Primero, porque Jesús es el Único en quien debemos poner nuestra confianza, sabiendo que Él nunca falla. Y por eso estaremos seguros que, si nos desanimamos, no será porque nuestro líder falló. Segundo, porque el mismo Jesús es nuestro ejemplo a seguir.

Él puso el gozo delante, y es el punto donde quiero animarte hoy. Quizás has estado al borde de dejar aquello a lo que tanto tiempo y esfuerzo le has dedicado; tu carrera, tu negocio, matrimonio, es justo en ese momento cuando debemos poner nuestra mirada en la meta final, la cual solo se alcanza manteniendo nuestra fe activa.

Jesús puso el gozo delante de Él y eso es lo que debemos hacer nosotros, ver el resultado final de nuestros proyectos: familia, negocios, salvación, y comenzar a disfrutar de todo eso desde ya. Solo así podremos mantener nuestra fe viva, obteniendo la pasión y energía que se requieren para alcanzar la meta final.

En tiempo atrás animaba a uno de mis hijos, quien me compartía su cansancio en los estudios, le pregunté:

¿dónde te ves cuando tengas tu propia familia? ¿Qué quieres ser o hacer cuando tengas 35 años? ¿Cuánto tiempo llevas estudiando y cuánto tiempo te falta para terminar? Allí me di cuenta, cuando vi el cambio en su rostro, que él puso el gozo delante del cansancio.

Él se vio disfrutando de todo el esfuerzo que hoy está realizando, así como Jesús se vio sentado a la diestra del Padre, mientras sufría en la cruz.

Tal vez es tu situación, quizás no gritas cansancio, pero puedes estar gritando desesperación, desilusión o cualquier otro sentimiento de angustia.

Te digo, pon la mirada en la meta final, la cual va muy de la mano con el propósito eterno por el cual Dios está permitiendo que pases por estas circunstancias. Pon tu mirada en Jesús, el Autor y Consumador de la fe y ¡gózate!

Por: Pastor Miguel Rodríguez

ABSOLUTO VS. RELATIVO – Corintios 4:18

No mirando nosotros las cosas que se ven, porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven, son eternas. 2 Corintios 4:18

Como seres humanos emocionales e imperfectos, corrompidos por el pecado y movidos de un lado a otro por nuestras emociones, constantemente nos encontramos entre nuestra verdad relativa y la verdad absoluta de Dios. Pues la realidad es que, en los momentos de tribulación, incertidumbre o angustia, lo último en que pensamos es que, de esa situación momentánea, de esa verdad relativa que estamos viviendo, Dios producirá en nosotros una gloria eterna.

Lo relativo siempre depende de algo o alguien para existir. No obstante, lo absoluto existe en sí mismo y de nada depende. Por lo tanto, no hay nada sobre la tierra absoluto.

Solo Dios lo es, lo ha sido desde siempre y lo será por los siglos.

Es momento ahora de dejar de mirar lo pasajero, y todo lo relativo que nos brinda el mundo, y empecemos a ver lo absoluto. Mirar aquello que no se ve a simple vista, pero que viene justo detrás de lo que se ve.

Lo cierto es que el carácter que se forja en nosotros, cuando atravesamos situaciones relativas, es más firme. Esas situaciones, a pesar de que son pasajeras, abaten nuestra alma. Sin embargo, la gran noticia es que cuando abrazamos a Dios producimos frutos eternos. Como la fe inquebrantable, que no se dobla ante ninguna adversidad.

La paz, de quienes logran que sus pensamientos permanezcan en Dios. Y la esperanza, que no avergüenza. Estos frutos solo los alcanzan quienes creen más allá de lo que pueden ver.

Recuerda: todo lo que se ve fue hecho de lo que no se ve, y las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Dios ha puesto eternidad en tu corazón, así que no permitas que lo temporal, te robe el gozo de lo eterno. Más bien, usa lo temporal como un puente para llegar a lo eterno.

Dios te bendiga y te guarde en su infinito amor.

Por: Karla González

DEBUT INESPERADO -Miqueas 6:8

Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8

Hay momentos que dices: pero, ¿hasta cuándo será?  Podemos pasar largos días, meses y hasta años en esos caminos difíciles. Yo no soy la excepción, enfrentar la enfermedad de mi madre, varios robos en mi casa, entre otras experiencias muy duras para mí y mi familia. Más tarde, atravesar por el fallecimiento de mi madre y un año luego, mi primer hijo con tan sólo 13 años debutó con diabetes. ¡Qué difícil!

Durante mi proceso una hermana de la congregación me llamó para apoyarme y darme su oportuno consuelo. En medio de nuestra conversación la hermana inesperadamente me preguntó: “Johanna, ¿qué requiere Dios de ti?” En ese momento mi mente quedó bloqueada y no supe cómo responder.

La pregunta retumbaba en mi corazón, y busqué en la Biblia. Allí, Dios me guió hacia este hermoso versículo. Me ayudó a entender lo que Él requiere de mí y de cada uno de Sus hijos. El Señor espera que en los momentos más duros de nuestras vidas no olvidemos el amor, la misericordia y la humildad. Esos tres ingredientes serán los elementos claves para una comunión profunda con nuestro Dios. 

Cuando llegan esos momentos inesperados, no importa lo que tenga que tardar en salir de ellos, confiada estoy en el Dios que me pide hacer lo bueno y me respalda para lograrlo. Porque nunca estoy sola.

¿Qué Dios demanda de ti hoy?

Acompáñame a orar:

Dios soberano, gracias por tu Palabra, porque en ella podemos encontrar la medicina para el alma. Gracias porque estás dispuesto a respaldarnos para lograr cumplir tu voluntad, y porque nunca estamos solos. Gracias Dios.  En Jesús, amén.

Por: Johanna Almonte

HAY SABOR EN TU VIDA

Cuando nuestra vida tiene un sabor dulce se verá claramente reflejado en nuestras palabras.

El sentido del gusto que experimentamos a través del paladar
nos transmite múltiples placeres.

Un chocolate caliente y cremoso, un helado ¿Quién no ha
rogado para que no se acabe aquel pastel en el plato?

Los sabores nos brindan un disfrute especial de la vida.
Lo mismo es cierto en el plano espiritual.

La Biblia nos llama a ser dulces en ocasiones y salados en otras, también hace mención de vidas amargas, así como de vidas insípidas.

Si fueras a representar tu vida, tu actitud, tu personalidad y
temperamento con un sabor, ¿Cuál sería?

Si le diéramos la oportunidad de opinión a tu pareja, hijos,
amigos, subordinados, superiores ¿Cuál sabor ellos elegirían
para caracterizarte?

¿Cuál es el sabor de tu vida?

Cuando nuestra vida tiene un sabor dulce se verá claramente
reflejado en nuestras palabras, lejos de griterías, contiendas,
enojos, lamentos, maldiciones.

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia. Efesios 4:31

 

HAY TOQUES QUE TRANSFORMAN – podcast

En este podcast meditaremos sobre la manera amorosa en la que nuestro Padre Celestial nos toca, nos levanta, nos anima y fortalece.

Estaremos más motivados a tocar a nuestro prójimo con el mismo amor y misericordia con la que nosotros fuimos tocados por Jesús.

¿Cuántos toques del Señor necesitarás hasta llegar a la meta?
Dios está atento a la voz de tú clamor. Así como lo estuvo con
Daniel hace siglos atrás. Igual que en aquel momento, hoy
existe un ejército de ángeles a nuestro alrededor.

El Espíritu Santo, nuestro perfecto consolador y compañero.

Jesús, nuestro inigualable Salvador. Y el amoroso Padre celestial, capaz y dispuesto a entregarlo todo por nosotros. Ante tan gran
batallón a nuestro favor, la soledad no puede ser más una
excusa, la incomprensión no puede ya afligirnos, la debilidad no
nos hará rendir.

El toque del Señor está hoy para ti y para mí, Su toque nos
animará a seguir adelante.

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Puedes escuchar las decenas de reflexiones Bíblicas que hemos preparado para ti, a través de tu plataforma de audio favorita.

Si presentas inconvenientes para escuchar el audio, escúchalo a través de este enlace:  https://anchor.fm/mauriciodejimenezoficial/episodes/1-2—TOCANDO-COMO-JESS-ejimfi

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HAY MIRADAS QUE SALVAN- podcast

El sentido de la vista nos permite ponernos en contacto con un Dios que se muestra cada día a través de su creación. Es maravilloso poder contemplar lo que nos rodea. Es una gran bendición ver el rostro de nuestros seres más amados.

A través de este episodio analizaremos Bíblicamente como Jesús miraba, a partir de estas interesantes lecciones estaremos más preparados para ver nuestro mundo con los ojos de nuestro Señor.

Si quieres escuchar toda nuestra serie de mensajes, búscanos en tu plataforma de audio favorita como: LO QUE DIOS ME MANDÓ A DECIR. 

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