3 Consejos Bíblicos para una vida con aroma agradable a Dios
  • Oler a Cristo

Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado?  2  Corintios 2:15-16

Aquellos que hemos aceptado a Cristo como nuestro Señor y salvador, lo confesamos con nuestro estilo de vida y tenemos una relación personal con Él, llevamos el aroma de Cristo. Esto no lo digo yo, lo dice la palabra de Dios. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios.

 Así que, en un mundo poblado por gente salvada y gente en camino a la perdición, los primeros huelen a Cristo y poseen un aroma lleno de la fragancia de Cristo.

¿Y tú, hueles a Cristo?

 

  • Andar en Amor

Y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. Efesios 5:2

Dios nos llama a andar en amor. La palabra andar en este contexto bíblico se refiere a vivir, a tener un estilo vida y conducta que refleje amor.  Esto ya cambia las cosas, no se trata de que vaya caminando por una ruta y tenga un gesto esporádico de amor hacia alguna persona y listo, realmente se trata de que mi vida completa sea un constante amar y mostrar amor.

Dado que el concepto de amor que tenemos los seres humanos no es el mismo concepto de Dios, el versículo bíblico continúa indicándonos el cómo debemos amar bajo los principios divinos: así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros.

 

  • Caminar en Santidad

Como aroma agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya recogido de las tierras donde estáis dispersos; y mostraré mi santidad entre vosotros a la vista de las naciones. Ezequiel 20:41

La santidad es el aroma preferido por Dios, tanto es así que Él está dispuesto a poner Su propia santidad sobre nosotros. Caminar en santidad es entender que hemos sido escogidos, apartados por el Señor. Así que ya no podemos continuar mezclando nuestras vidas con las cosas impuras de este mundo.

Si quieres oler a santidad, solo debes aceptar a Cristo y Él te cubrirá de sus virtudes, haciéndote santo por completo.

En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia. Efesios 1:7

AMOR DE VERDAD

Y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. Efesios 5:2

Dios nos llama a andar en amor. La palabra andar en este contexto bíblico se refiere a vivir, a tener un estilo vida y conducta que refleje amor.  Esto ya cambia las cosas, no se trata de que vaya caminando por una ruta y tenga un gesto esporádico de amor hacia alguna persona y listo, realmente se trata de que mi vida completa sea un constante amar y mostrar amor.

Y no, no he usado un pleonasmo al hablar de amar y mostrar amor. Aunque no debería ser así, en nuestro mundo estas son dos acciones completamente diferentes. ¿Cuántas personas aman realmente a sus cónyuges sin nunca demostrarlo? ¿Cuántos matrimonios han fracasado por la incapacidad de mostrar el amor que sienten?

Dado que el concepto de amor que tenemos los seres humanos no es el mismo concepto de Dios, el versículo bíblico continúa indicándonos el cómo debemos amar bajo los principios divinos: así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros.

Al menos en mi definición de amor no entraba la parte del entregarme a mí misma. ¿Te das cuenta? En un mundo reinado por el egoísmo, la ambición, la individualidad, el hedonismo, Dios nos enseña la manera correcta de amar. ENTREGÁNDONOS NOSOTROS MISMOS. Amigo, si aún no llegas al punto de entregarte a ti mismo debo decirte que ante los ojos y el concepto de Dios tu amor es flaco, está incompleto, realmente no es amor.

Sabiendo Dios lo difícil que sería para nosotros el amar y mostrar ese amor, envió a Cristo. Cristo nos mostró con acciones lo que realmente es amar. Y no solo nos enseñó a amar a nuestra familia, cónyuge, amigos. Cristo fue más allá, nos enseñó a amar (entregarnos) aún a nuestros enemigos.

Ahora podemos entender mejor la siguiente parte del versículo: ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.

 Dios mira el acto de amar como un sacrificio, como una ofrenda que a su vez Él recibe con aroma fragante. Amar nunca será fácil, ni cómodo. Amar implica sacrificio. Y Dios no se refiere a un sacrificio de cosas materiales, no. Es el sacrificio a uno mismo, a nuestras comodidades, placeres, bienestar. A cambio de la comodidad, placer y bienestar del prójimo, incluyendo a nuestros enemigos.

¿Qué te parece dar un paso a la vez? Si al igual que yo has comprendido que tu amor no ha obedecido las expectativas de Dios y que es mucho más difícil de lo que pensaste, incluso puedes no sentirte aún preparado para comenzar a amar de forma real. Te invito a dar un paso a la vez, Dios nos ayudará. Él nos sostendrá en este camino de obediencia a Su palabra.

Un paso a la vez puede ser igual a un día a la vez, día a día, caer y levantarse, fallar y lograrlo, y otra vez volver a intentarlo. Pero también puede ser una persona a la vez, puedes iniciar con tu cónyuge, si lo tienes. O quizás con tus padres, hermanos. Verás que llegarás a un nivel de madurez tal que amar a tus enemigos te será menos indecible.

Dios comprende que, para unos seres humanos caídos, el amar es un gran sacrificio. No estamos acostumbrados a entregar y mucho menos cuando la entrega somos nosotros mismos.

AROMA AGRADABLE

Como aroma agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya recogido de las tierras donde estáis dispersos; y mostraré mi santidad entre vosotros a la vista de las naciones. Ezequiel 20:41

La santidad es el aroma preferido por Dios, tanto es así que Él está dispuesto a poner Su propia santidad sobre nosotros. Caminar en santidad es entender que hemos sido escogidos, apartados por el Señor. Así que ya no podemos continuar mezclando nuestras vidas con las cosas impuras de este mundo.

Si quieres oler a santidad, solo debes aceptar a Cristo y Él te cubrirá de sus virtudes, haciéndote santo por completo.  Pero…

La santidad es la parte que le corresponde solo a Dios, Él nos dota de santidad porque es la única manera de poder relacionarse contigo y conmigo. Recordemos que Dios aborrece el pecado y su relación íntima es con el justo (santo), solo al vernos como personas santas es como el Señor se acerca y se relaciona con nosotros, ¿Por qué? Porque Dios es Santo. No obstante, más allá de la santidad, la cual recibimos como un regalo de Dios al aceptar a Cristo como nuestro Señor, existe un proceso que nos corresponde a nosotros como seres humanos. Nuestro deber y llamado es a la santificación.

Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación. 2 Corintios 7:1 

La santificación es la parte del proceso que nos toca a ti y a mí, al elegir lo santo en nuestras vidas para perfeccionarnos en el camino de la santidad. Es vestirte de ropas santas, visitar lugares santos, tener amistades santas, hablar palabras santas, tener pensamientos santos.

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad. Filipenses 4:8

 Dios espera de nosotros que enfoquemos nuestras energías y fuerzas para perfeccionar nuestra santidad y andar junto a Él por el camino de la santificación. Es como aquella persona que estuvo todo el día en un jardín de claveles, al salir de allí será evidente su aroma, todos sabrán donde estuvo. Lo mismo sucede con el que visitó por un instante una pocilga con cerdos, al salir de allí será evidente donde estuvo.

Dios nos ha vestido de blanco, nuestro deber es mantener intacto el vestido hasta el día de la boda con nuestro Señor.

La buena noticia es que la misericordia del Señor es tan grande que se renueva para nosotros día a día, Dios nos da la oportunidad de iniciar una y otra vez.

Aún nos hayamos manchado la ropa blanca con la cual Él nos cubrió, la sangre de Cristo tiene el poder de lavar y quitar esas manchas, blanqueando por completo nuestras vidas y haciéndonos justos nuevamente ante el Padre.

En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia. Efesios 1:7

DELANTE DEL CORDERO

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos: Apocalipsis 5.8

 Un día cuando este mundo esté bajo el juicio de Dios, los ángeles y los redimidos se postrarán ante Cristo para alabarle y enaltecerlo sobre todo lo creado. Allí también estarán las oraciones de los justos, llenando aquel lugar de aroma.  La cita anterior dice que son tan valiosas las oraciones de los hijos de Dios que serán puestas en copas de oro, ¿Te imaginas esto? Tus oraciones y las mías no solo están hoy ante la presencia de Dios, sino que permanecerán por siempre y serán usadas para aromatizar el estrado de Cristo.

Si por un momento pensaste que tus oraciones constantes, sinceras y santas no eran escuchadas por Dios, te tengo una noticia. No solo son escuchadas, sino que son atesoradas para el día del juicio.

Este versículo bíblico habla de incienso, nuestras oraciones serán el incienso que perfumará el trono de Dios. Pero para que el incienso pueda desprender el olor debe ser quemado, debe pasar por fuego. Si tus oraciones son el fruto de un gran proceso de pruebas tras pruebas, te felicito. Esas oraciones pasadas por fuego estarán ante Cristo con olor fragante y en copas de oro.

Ese oro que representa que pasaste la prueba y fuiste hallado puro.

Las arpas:

En esta cita significan alabanza, celebración. Que hermoso saber que aquellas oraciones que hiciste en los momentos más difíciles de tu vida serán presentadas ante el Señor en medio de alabanzas y fiesta. ¿Sabes por qué? Porque el Cordero habrá vencido y reinado, y tú habrás vencido y reinado junto con Él.

Lo cierto es que no todas las oraciones estarán ante el trono del Cordero.

El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Salmos 145:18 

Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Santiago 1:6

Solo recibirá Dios con olor fragante aquellas oraciones que nazcan de un corazón puro, sincero y lleno de fe.

Para Cristo nunca serán agradables las oraciones producidas desde una vida que practique el pecado, desde una persona sin verdadero temor de Dios, ni desde unos labios que no le honren constantemente con su hablar. Pero sobre todo esto, Dios nunca recibirá con olor agradable aquellas oraciones carentes de fe.

Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. Santiago 5:16

Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Santiago 4:2 

Dios no concede peticiones desde nuestra ambición, vanidad, vanagloria, ni desde nuestros celos. Si nos miramos con honestidad son muchas las oraciones que hacemos desde nuestros deseos mundanos. Un mejor vehículo, una mejor casa, mayores ingresos económicos, mejores ropas. ¿Elegirías tú este tipo de peticiones para aromatizar el trono de Dios?

Todas estas oraciones lo que realmente confiesan es nuestra ingratitud, nuestra inconformidad con lo que Dios nos ha dado y nuestros niveles de envidia al compararnos unos con otros.

Busquemos de todo corazón que nuestras oraciones sean una de aquellas que perfumaran el trono de Dios en aquel día final.

Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones. Salmos 34:15 

HAY UNA VOZ QUE ESCUCHAR

El sentido del oír es un don maravilloso. Lo que escuchamos carga nuestra mente de información, y son esas informaciones las que luego marcan nuestra conducta. Debemos estar conscientes del poderoso efecto que las palabras ejercen sobre nuestras acciones.  Lo que escuchas hoy podría definir tu conducta mañana. Así que la pregunta inicial sería ¿Qué estamos escuchando? Durante todo un día, ¿Qué tipo de información estamos recibiendo?

No es de sorprender que la violencia vaya en aumento, es sobre violencia que escuchamos en los noticieros, en la música, películas. La violencia se ha convertido en un tema frecuente de conversación, y de esta forma continuamos produciendo más violencia.

¿Qué estamos escuchando? ¿Nos estamos exponiendo a palabras de desánimo, desaliento, inconformidad, quejas?

Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. Lucas 11:28

Dichosos aquellos que escuchan la palabra de Dios. En un mundo cargado de voces que llenan nuestras mentes de desconsuelo y fatalidad, bienaventurados somos cuando nuestros oídos escuchan la palabra de Dios. Esa palabra que nos consuela, nos confronta, nos anima, nos llena de esperanza y también nos desafía.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12

La Palabra de Dios tiene poder. Medita brevemente en todo lo que la Palabra de Dios puede hacer en tu vida, alma, mente y espíritu. Ella expone nuestros pecados, nos pone frente a ellos y nos insta a corregirlos. La Palabra de Dios habla a nuestro espíritu para convencerlo del camino errado. No obstante, hay algo que la Palabra no hace, no puede obligarte a cambiar, ni toma decisiones por ti.

Luego de escuchar la Palabra de Dios, entonces se requiere de nosotros la acción, ponerla en práctica, obedecerla. No hacerlo es desobediencia, es aborrecer y desechar la voz de corrección que viene del mismo Señor.

No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. Santiago 1:22

Me atrevo a afirmar que si se te hace difícil obedecer la Palabra de Dios es porque no la estás escuchando lo suficiente. Es porque hay otras voces y otras palabras alrededor llamando tu atención.

El exponerse constantemente a la Palabra de Dios produce un efecto de acción en nuestra mente, condiciona nuestro espíritu y transforma nuestra conducta. Lo mismo ocurre si es otro el mensaje que recibimos. Así que por regla de tres podríamos afirmar que tu conducta hoy revela lo que has estado escuchando durante mucho tiempo.

Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Mateo 7:24

ESPEJO CONSEJERO

Ningún ser humano consciente se mira al espejo y aun viendo errores en su vestimenta continúa adelante sin corregirlos, no tendría sentido el espejo en ese caso.

La Biblia es nuestro espejo espiritual, si quieres saber qué tan derecha está tu corbata o tu collar consulta al espejo, pero si quieres saber que tan recto está tu carácter y conducta, consulta la Palabra de Dios.

Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Romanos 10:17 

La Biblia está llena de historias verídicas que nos muestran el carácter de Dios. También contiene enseñanzas, órdenes, directrices que vienen desde el mismo corazón de Dios.

A través de la Biblia aprendemos del Dios que es amor, justicia y verdad. A la vez conocemos al Dios que hace tronar los cielos, al Dios de batallas y que es fuego que consume a los impíos.

La pregunta inicial a este capítulo fue: ¿Qué estamos escuchando? Mi deseo es que a partir de hoy permitas que la Palabra de Dios sea lo que reine en tu vida y lo que escuches continuamente.

Pero tan importante es lo que estás escuchando como a quién estás escuchando.

¿A quién escuchamos?

A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. Hechos 16:25

Imagina que te ves encerrado en una cárcel, te encuentras afligido, no sabes si verás otra vez la libertad. Extrañas a tu familia. Tu alma está agobiada frente a tal situación.

Escuchas quejas de los otros reclusos, gritos, llanto, el escenario es caótico, desesperante. Pero a lo lejos se escuchan voces diferentes, escuchas cantos, aplausos, y celebración. Te vas acercando poco a poco y notas que son reclusos iguales que tú, escuchas sus cánticos de alabanza y te contagia el ritmo, sonríes mientras comienzas a llenarte de paz.

La vida es parecida a esa cárcel, vivimos en medio de constantes aflicciones y turbulencias. Es por esto que debemos acercarnos a esas voces que nos llenan de paz.

Busquemos escuchar personas que serenen nuestro espíritu y alejarnos de quienes traen palabras de derrota, chismes y contiendas. ¿A quién estamos escuchando?

¿Quién es tu consejero? ¿Es una persona que ama y obedece a Dios? La persona que escuches debe acercarte a Dios, debe ser un motor de esperanza en tu vida, debe ser alguien que te inspire a seguir caminando firme bajo el temor a Dios.

No escuches ninguna voz que excluya a Dios en su mensaje. Esto es así de radical, debemos terminar de comprender que sin Dios nada somos, sin Él es imposible lograr nuestros objetivos.

Nunca tendrás paz sin Dios, nunca alcanzarás el éxito sin Dios, y jamás tendrás felicidad sin Dios.

Basta con leer las noticias para confirmarlo, países muy seguros y grandes potencias mundiales viven sin paz, personas que han obtenido premios, fama y logros mundanales viven en la depresión.

Cada día aumentan las ventas de fármacos que ayudan a dormir y calman la tristeza. Y es que hasta que el mundo deje de escuchar las voces de aquellos que nos alejan de Dios seguiremos nadando y muriendo en la orilla.

Solo Dios es el antídoto, solo Dios nos salva, solo Dios puede transformar nuestras vidas y llenarlas de gozo abundante en Cristo.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5

A QUIEN ESCUCHAR

Extracto libro: Los 5 Sentidos del Adorador.

No escuches a aquellos que te apartan de Dios. Por el contrario, que tus oídos estén atentos a escuchar a quienes te llenan de confianza y fortaleza en los momentos más difíciles.  Y a la vez debo preguntarte: ¿Qué escuchan los demás en ti? ¿Eres de los que con sus palabras y consejos brindan esperanza y fe?

Dios busca hombres y mujeres que, así como Pablo y Silas, canten y alaben aún en sus momentos más duros y desafiantes.

Nunca sabrás qué vida estarás impactando. Quizás haya otro recluso igual que tú escuchándote cantar, aplaudir, alabar y puedas llenarlo de paz. Pero no podemos dar si no tenemos.  Debemos llenarnos de Dios, saturarnos de Su Palabra y solo cuando nuestras vidas hayan sido impactadas por la Palabra de Dios estaremos listos para bendecir a otros.

Pablo y Silas estaban en la misma condición física que los demás reclusos. Ellos también estaban presos, atados con fuertes y gruesas cadenas, pero espiritual, mental y emocionalmente su condición era diferente. Eso es lo que te ofrece Dios y Su Palabra, otra perspectiva de vida, una transformación interior que cambiará para bendición tu vida y la de quienes te rodean.

Jesús le respondió: —Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4:4

La Palabra de Dios es el alimento del alma.

Existe una vieja historia que cuenta como en una ocasión un sabio le dijo a su aprendiz:

– Dentro de cada ser humano existen 2 lobos feroces que luchan hasta la muerte.

– ¿Quién de ellos ganará? (preguntó el aprendiz).

– Aquel que se encuentre mejor alimentado.

Es así, dentro de cada ser humano hay una lucha entre la voluntad del espíritu y la voluntad de la carne, una lucha entre hacer lo correcto o ir tras el pecado. ¿Quién ganará esta lucha? Aquel a quien nosotros más alimentemos y fortalezcamos. Solemos cuidar constantemente nuestro físico, nuestra carnalidad. Cumplimos nuestros antojos, caprichos y deseos de manera constante. Pero no actuamos con la misma diligencia cuando nuestro espíritu nos pide orar, meditar, escuchar una buena predica o leer la Biblia.

Con frecuencia escuchamos el llamado de nuestro espíritu y sabemos que lo necesitamos, pero lo ignoramos. Preferimos consentir a la carne antes que a nuestro espíritu, y es así como la carne se va fortaleciendo mientras nuestra vida espiritual se va desgastando hasta morir por desnutrición.

Amigo, hay una voz urgente que escuchar. En este mundo de ruidos escandalosos, Dios nos llama a Su paz. Escuchemos con diligencia y pasión la voz de Dios, a través de la Biblia.

Solo al escuchar a Dios obtendremos las armas necesarias para vivir en este mundo y guardar nuestro espíritu.

Acércate a aquellos que te conectan a Dios, alimenta tu alma mediante Su Palabra. Ella (la Biblia) es una lámpara a nuestros pies que, si la usamos fielmente, no nos dejará tropezar.

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105 

TORRE DE CONTROL

Extracto: libro Los 5 Sentidos del Adorador.

En términos físicos el conjunto de todos los sentidos la vista, el tacto, el olfato, el oído, el gusto, forman en cada ser humano una especie de sistema que nos complementan como un todo, para funcionar cabalmente. Sin embargo, como en todo sistema, cada uno de estos sentidos está interconectado a una torre de control, un centro de mando desde el cual recibe las órdenes que les permite funcionar. Esa torre de control es la mente.

Desde nuestro cerebro se controla toda una estructura de red compuesta por neuronas sensoriales, las cuales se encargan de enviar el estímulo suficiente a cada sentido para su correcto desempeño. Si estás leyendo este libro es porque tu cerebro te lo permite ¡Gloria a Dios por nuestro cerebro perfectamente diseñado!

En nuestra vida espiritual funciona igual, nuestros 5 sentidos espirituales están atados a una torre de control desde donde se produce todo lo bueno que hay en nosotros, para el debido funcionamiento de nuestra adoración. Esa torre de control está perfectamente coordinada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

En cuanto aceptamos la necesidad que tenemos de acercarnos al Padre, reconocemos a Cristo como el único camino, y una vez poseemos a Cristo el Espíritu Santo entra en nosotros y nos sella como propiedad de Dios.  ¿Cómo pueden las tres personas de la trinidad conformar un centro de mando, una torre de control? Cada uno de ellos es uno, funcionan en una coordinación perfecta, siendo el mismo Dios en tres personas y roles.

La única forma de que nuestros sentidos espirituales funcionen correctamente es que estén completamente interconectados a la torre de control. Desde allí recibirán las coordenadas y directrices apropiadas, santas, puras, y perfectas. Amigo, no quieras dirigir tu vida espiritual por ti mismo, asegúrate de que la torre de control esté al mando y tu vida funcionará bajo la cobertura de Dios, y esa es la mejor bendición que podemos recibir.

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gálatas 5:16-17

El primer paso a seguir para que la torre de control esté al mando es poseer un enfoque adecuado. No podemos estar cambiando de centro de mando, permitiendo que un día gobierne nuestra carnalidad y pasiones humanas y al otro día entregarle el control a Dios. No. Así no es cómo funciona la vida de un adorador.

Un verdadero adorador sabe que lo carnal y lo espiritual se contraponen. Son opuestos, jamás podrán comulgar ni tener nada en común. Es por esto que debemos decidir a quién entregaremos el control de nuestra mente, la torre de control. Dios no acepta compartir el mando con nuestra carnalidad, con nuestras ambiciones y nuestros deseos. Así Él no está dispuesto a operar en nosotros.

Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2

VIVIENDO EN PLENITUD

Extracto: libro LOS 5 SENTIDOS DEL ADORADOR.

Estamos llamados a llevar una vida plena aquí en la tierra, reflejando el gozo de Jesucristo que hay en nuestros corazones. Pero esa vida plena no será posible a menos que fijemos nuestros ojos en Cristo y nos involucremos más de cerca con nuestro Dios y sustentador.

Pidamos cada día un corazón más como el de Jesús, que brote bondad, ternura y paz. Que nos permita iluminar la vida oscura de tantos seres humanos hundidos en la tristeza y el quebranto.

La vida de un adorador no debe limitarse a guerras espirituales, cruces pesadas, sufrimientos diarios. Hemos sido puestos en esta tierra por un breve tiempo, y nuestro llamado es a dejar huellas de bendición. Marquemos pisadas indelebles en las vidas y corazones de los que Dios nos ha puesto cerca. Miremos a nuestro alrededor con ojos de amor, toquemos con bondad, endulcemos la amargura del quebrantado, desprendamos olor fragante con nuestro estilo de vida, abramos nuestros oídos a la voz de aquellos que nos necesitan.

Caminemos con paso firme, aferrados a nuestra inconmovible torre de control, nuestra roca fiel, aquella que jamás dejará de ser.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén. Efesios 3:20-21

LO NECESARIO – Mateo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33

Desde pequeños queremos crecer, tener una profesión, una familia, una casa. Y de adultos continuamos planeando nuestro futuro. Pero dentro de esos planes no ponemos la búsqueda de Dios, como si diéramos por sentado que por ser cristianos ya está hecho.

Mateo 6:33 nos dice que cuando buscamos primero a Dios, todo lo demás será añadido, y es así.

Cuando ponemos a Dios en primer lugar todos los planes que tengamos se hacen realidad, según la voluntad del Señor. Y si no se cumplen como queríamos, sabremos que no estaba en el plan del Señor para nosotros, y que no convenían.

Cuando te enfocas en las cosas de Dios como lo principal, el Señor en Su misericordia te permite tener las cosas que realmente son necesarias para tu vida. Asimismo, te ayuda a replantear tus metas para que estén acorde a Sus planes perfectos y siempre buenos.

Por: Rocío Lai