LA FRAGANCIA DE CRISTO

Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado?  2 Corintios 2:15-16

En un mundo poblado por tantos seres humanos con personalidades y temperamentos diferentes. Así como distintos idiomas, razas, culturas. En fin, un sinnúmero de factores y características que nos distinguen los unos de los otros. Pero más allá de nuestras condiciones físicas, genéticas y culturales Dios nos divide en dos grupos, solo dos clasificaciones ante los ojos de Dios, y cada una de esas dos únicas clasificaciones poseen su propio olor.

La palabra nos indica que existen seres humanos salvados por Cristo y otros perdidos sin Cristo, unos huelen a vida y otros huelen a muerte. Y la pregunta final de la cita bíblica nos dice: ¿Quién está capacitado?

¿Quién de nosotros tiene la capacidad para distinguir un olor del otro? Ninguno de nosotros puede, solo Dios.

Aquellos que hemos aceptado a Cristo como nuestro Señor y salvador, lo confesamos con nuestro estilo de vida y tenemos una relación personal con Él, llevamos el aroma de Cristo. Esto no lo digo yo, lo dice la palabra de Dios. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios.

 Así que, en un mundo poblado por gente salvada y gente en camino a la perdición, los primeros huelen a Cristo y poseen un aroma lleno de la fragancia de Cristo.

¿Y tú, hueles a Cristo?

 

Tomado del libro: Los 5 Sentidos del Adorador.