HAY AROMAS QUE INSPIRAN
En lo personal considero al olfato el sentido de los recuerdos, de las añoranzas. Un olor en particular puede llevarme a recordar una persona o un momento en específico. El olor que resulta cuando la lluvia moja la tierra, petricor, me lleva a lindos momentos vividos. El aroma del cedro me recuerda mi niñez, el olor a ciertas comidas pueden abrirme el apetito o disgustarme por completo.
¿Y a ti, cuáles olores te traen recuerdos? ¿Cuáles olores te agradan o desagradan?
Esta es una buena ocasión para agradecer a Dios por todos esos olores que han formado parte de nuestras vidas, llenándonos de bonitos momentos y aún por aquellos que no nos gustan en lo absoluto.
¡Podemos oler! ¡Alabado sea el Señor!
Dios, quien nos hizo a Su imagen y semejanza, también tiene aromas que disfruta y le alegran el corazón. Así como otros olores que para nada les son agradables.
Un verdadero adorador se interesa por conocer aquellas cosas que ama Su Señor y dispondrá todo su esfuerzo para complacerlo. Si como una esposa atenta y amorosa me preocupo por agradar a mi esposo, cuánto más estaría dispuesta a hacer para que el corazón de mi Dios rebose de felicidad.