ESPEJO CONSEJERO

Ningún ser humano consciente se mira al espejo y aun viendo errores en su vestimenta continúa adelante sin corregirlos, no tendría sentido el espejo en ese caso.

La Biblia es nuestro espejo espiritual, si quieres saber qué tan derecha está tu corbata o tu collar consulta al espejo, pero si quieres saber que tan recto está tu carácter y conducta, consulta la Palabra de Dios.

Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Romanos 10:17 

La Biblia está llena de historias verídicas que nos muestran el carácter de Dios. También contiene enseñanzas, órdenes, directrices que vienen desde el mismo corazón de Dios.

A través de la Biblia aprendemos del Dios que es amor, justicia y verdad. A la vez conocemos al Dios que hace tronar los cielos, al Dios de batallas y que es fuego que consume a los impíos.

La pregunta inicial a este capítulo fue: ¿Qué estamos escuchando? Mi deseo es que a partir de hoy permitas que la Palabra de Dios sea lo que reine en tu vida y lo que escuches continuamente.

Pero tan importante es lo que estás escuchando como a quién estás escuchando.

¿A quién escuchamos?

A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. Hechos 16:25

Imagina que te ves encerrado en una cárcel, te encuentras afligido, no sabes si verás otra vez la libertad. Extrañas a tu familia. Tu alma está agobiada frente a tal situación.

Escuchas quejas de los otros reclusos, gritos, llanto, el escenario es caótico, desesperante. Pero a lo lejos se escuchan voces diferentes, escuchas cantos, aplausos, y celebración. Te vas acercando poco a poco y notas que son reclusos iguales que tú, escuchas sus cánticos de alabanza y te contagia el ritmo, sonríes mientras comienzas a llenarte de paz.

La vida es parecida a esa cárcel, vivimos en medio de constantes aflicciones y turbulencias. Es por esto que debemos acercarnos a esas voces que nos llenan de paz.

Busquemos escuchar personas que serenen nuestro espíritu y alejarnos de quienes traen palabras de derrota, chismes y contiendas. ¿A quién estamos escuchando?

¿Quién es tu consejero? ¿Es una persona que ama y obedece a Dios? La persona que escuches debe acercarte a Dios, debe ser un motor de esperanza en tu vida, debe ser alguien que te inspire a seguir caminando firme bajo el temor a Dios.

No escuches ninguna voz que excluya a Dios en su mensaje. Esto es así de radical, debemos terminar de comprender que sin Dios nada somos, sin Él es imposible lograr nuestros objetivos.

Nunca tendrás paz sin Dios, nunca alcanzarás el éxito sin Dios, y jamás tendrás felicidad sin Dios.

Basta con leer las noticias para confirmarlo, países muy seguros y grandes potencias mundiales viven sin paz, personas que han obtenido premios, fama y logros mundanales viven en la depresión.

Cada día aumentan las ventas de fármacos que ayudan a dormir y calman la tristeza. Y es que hasta que el mundo deje de escuchar las voces de aquellos que nos alejan de Dios seguiremos nadando y muriendo en la orilla.

Solo Dios es el antídoto, solo Dios nos salva, solo Dios puede transformar nuestras vidas y llenarlas de gozo abundante en Cristo.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5